martes

Sobre-exposición a la luz. En palabras castizas, es cuando uno toma una foto y se le quema con la luz, es decir, cuando sale muy blanca porque se le fue la mano en el tiempo de capturar la imagen.
Cuando se hace con una cámara análoga, se juega con el ISO de la película, la luz y el tiempo. El ISO de la película tiene una sensibilidad determinada, es decir, que tiene niveles o grados para soportar la luz cuando entra a quemar el papel.  Entre más luz, es menor el tiempo de exposición y así, entre menos luz, más tiempo de exposición.
Justamente, cuando escribo esto, evoco las situaciones de la vida... En donde los seres que no poseemos la cantidad de luz suficiente, nos da la sensación de un largo tiempo de exposición para que la escena nos quede oscura, esperando tener otra oportunidad para que sea un poco mejor a la vista.
Un Atardecer de Agosto en San Luis, Arg
En fin, de eso se trata el título. Al pensar en estas cosas de la tecnología, de los medios... todo es una sobre-exposición a aquello subjetivo, a lo que uno muestra, que por más que intente conservarse al margen, uno se delata y hasta "sin querer" a veces, se le va la mano.
Estamos o más bien, estoy, en la constante búsqueda de esa luz que no me haga sobre-exponerme, que no sea mucha para quemar ni poca para no ver. Como la luz de la mañana en Medellín y la luz del atardecer de San Luis. 


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